Sales de epsom para un relajante spa de pies
Hace un tiempo comencé a incluir en mis actividades de autocuidado semanal un baño de pies y es que muchas veces nos ocupamos de nuestro cabello y de nuestro rostro pero olvidamos nuestros queridos pies.
Quizás pienses que no es necesario porque no sientes los pies cansados o adoloridos pero si sacamos cuenta de todo el tiempo que estamos de pie, vamos de un lado al otro, cargando esto o aquello, correteando a los niños o usando zapatos poco cómodos pues es justo y necesario darles un poquito de cuidado.
Hacer un spa para los pies en casa no es complicado y es una excelente forma de aliviar los músculos en los pies, humectarlos, desinflamarlos y de paso relajarnos. Además si utilizas alguno de los tips que te comparto a continuación, puedes transformar esta actividad en toda una experiencia terapéutica.
Empecemos por listar los elementos básicos que necesitaremos:
- Una vasija grande: para que puedas llenarla de agua tibia hasta la mitad y luego sumergir los pies.
- Una toalla mediana: para secar tus pies al terminar el baño.
- Agua tibia: ayuda a aliviar dolores en los pies y mejorar la circulación.
- Tiempo: unos 25-30 minutos para obtener todos los beneficios de las sales de epsom, el agua tibia y los aceites esenciales.
Opcionales:
- Sales de epsom: cargadas de beneficios. Más abajo te doy detalles.
- Aceites esenciales: mis favoritos son el aceite de toronja que ayuda con la fatiga muscular y la retención de líquidos, el de lavanda para pies cansados, el de geranio para promover la circulación y el de menta que es muy refrescante y energizante.
- Piedra pómez: ayuda a eliminar la piel seca que se acumula en talones y la planta de los pies.
- Música suave, luz tenue y velas: no pienses que esto es una cita romántica, te prometo que es un spa para los pies!, pero es que el ambiente es importante para que podamos estar presentes, relajarnos y disfrutar del placer de consentirnos.
3 Beneficios de Usar Sales de Epsom
- Las Sales de Epsom llevan ese nombre porque en la antiguedad se extraían de un manantial de la localidad de Epsom en Inglaterra.
- Conocidas también por su nombre químico como sulfato de magnesio, no tienen nada que ver con la sal.
- Se les dio este nombre porque sus cristales son muy parecidos a la sal común, sin embargo parte de su composición es magnesio.Al disolverlas en agua liberan magnesio y sulfatos, los cuales son dos componentes muy importantes para diferentes funciones de nuestro organismo.
Ayuda a:
- Relajar los músculos de los pies y si bien de esta manera no se absorbe la cantidad suficiente de magnesio como suplemento alimenticio, en caso de una deficiencia, si absorbemos lo necesario para relajarnos y tener una buena noche de descanso.
- Apoya la eliminación de toxinas a través de nuestra piel
- Aliviar el dolor y la inflamación en caso de torceduras, uñas encarnadas y ampollas.
Cómo hacer el spa para pies
- Primero debemos colocar el agua tibia en la vasija. Puedes calentar el agua en una ollita en la estufa o si tienes una tetera puedes usarla. No debes calentar mucha cantidad porque al final agregaremos un poco de agua al tiempo para que quede tibia, no hirviendo.
- Luego agregamos las Sales de epsom, aproximadamente 1/2 taza. Revolvemos para disolver en el agua tibia.
- Añadimos unas 4 gotitas de nuestro aceite esencial favorito.
- Introducimos nuestros pies por unos 25-30 minutos.
- Al final podemos usar la piedra pómez en las partes más ásperas y volvemos a enjuagar en el agua.
- Secamos muy bien con la toalla, especialmente entre los dedos para evitar cualquier exceso de humedad.
- Por último podemos dar un masaje con una mezcla de aceite de jojoba y aceites esenciales para sellar la hidratación y nos ponemos medias para que se absorban mejor.